Sus ramas dan sombra al mundo desde hace más de dos mil años; entonces la tierra no era redonda y ocupaba el centro del universo; las distancias todavía podían aislar al hombre del hombre y la superstición se enseñaba en las escuelas. Creció arropado por la selva, en inmensa compañía verde. Los zapotecas acariciaron su corteza. Los españoles estudiaron su grandiosa singularidad. Tule significa "Árbol de la iluminación”. Su tronco tiene un perímetro de 42 metros. Se trata de árbol más ancho del mundo, una fortaleza amistosa hecha de tiempo y 636 toneladas de madera. Sus ramas protegen a miles de aves afortunadas. Su sombra puede cobijar a más de 500 hombres. El segundo lunes de octubre se celebra su día: los habitantes de Tule lanzan cohetes y corretean los “toritos” o guajolotes en su honor. Tanto hombre no le saca, sin embargo, de su soledad de árbol aislado, sin selva que lo ampare, atrapado en un plaza grande, hormigonada. Seguro que se recuerda en mejor compañía, gratamente fusionado con el abrazo de la naturaleza.
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