jueves, 19 de enero de 2012

Las mil caras de Nadar

Aunque se llamaba Gaspar Félix Tournachon, todos le conocían por su pseudónimo: Nadar. Estudió medicina en Lyon, su ciudad natal, hasta que en 1842, a la edad de 22 años, quebró la imprenta de su padre y su vida dio un giro de 180º. Tuvo que trasladarse a París. Allí empezaría a ganarse la vida como caricaturista. No tardaría en sentirse identificado con las últimas corrientes artísticas que palpitaban en la ciudad. Aconsejado entonces por un amigo, compró una cámara fotográfica. Con las imágenes tomadas a grandes personajes de aquellos tiempos, realizó sus respectivas caricaturas, las cuales agrupó en un libro muy apreciado. El caso es que haciendo dichas fotos, descubrió su enorme vocación por la fotografía y, más en concreto, por los  retratos. Estos quedarían como verdaderas obras de arte para la posteridad, acercando a las generaciones venideras a las grandes figuras de aquella época. Sin su trabajo, muchos de aquellos rostros, de aquellas expresiones memorables, habrían desaparecido sepultados por el tiempo. Nadar siempre nos los devuelve, sentándolos a nuestro lado. Podemos adivinar así sus emociones, atisbar sus pensamientos,  intuir la profundidad de aquellos ciudadanos inmortales. 



"" El aire, el cielo, la mañana, la noche, el claro de luna mis buenos amigos los truhanes, los buenos ratos pasados con las mozas, los bellos monumentos de París que estoy estudiando, los tres libros que tengo empezados, uno de los cuales va contra el obispo y sus molinos y, ¡yo qué sé cuántas cosas más! Anaxágooras decía que estaba en el mundo para admirar el sol. Además tengo la suerte de pasar todos mis días, de la mañana a la noche, con un hombre de ingenio que soy yo y me resulto muy agradable."

Victor Hugo



"En cuanto a vos, Morrel, he aquí el secreto de mi conducta. No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo. Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuan buena y hermosa es la vida. Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!"

El conde de Montecristo

Alejandro Dumas padre (y su hija Marie)



"La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza."

Charles Baudelaire



                                             ¡Hombre! pensador libre, crees que sólo tú piensas
                                                 en este mundo en que la vida estalla en todo:
                                                de las fuerzas que tienes tu libertad dispone,
                                               pero de tus consejos se desentiende el cosmos.
                                                   En las bestias respeta un espíritu activo…
                                                  cada flor es un alma abierta a la natura;
                                                   un misterio de amor en el metal reposa:
                                                 todo es sensible; ¡y todo sobre tu ser actúa!
                                                   Teme en el muro ciego una mirada espía:
                                                  a la materia misma un verbo está adherido…
                                                  No lo hagas servir para impíos menesteres.
                                                 Hay en el ser oscuro un Dios oculto a veces;
                                               y, como ojo naciente cubierto por sus párpados,
                                                   un espíritu crece tras la piel de las piedras.

                                                                                                                       
                                                                                                                                     Gérard Nerval
 

 Gustave Doré






Eugène Delacroix



"El amor nace de la espontaneidad, es una improvisación. La amistad, al contrario, se edifica, por así decirlo; es un sentimiento que marcha con circunspección; es el egoísmo del espíritu, mientras que el amor es el egoísmo del corazón."

Henri Murger


"Cada hora hiere, la última acaba con nosotros."

Teófilo Gautier



“No será, como podría presumirse, un rayo rojo lo que herirá la retina de vuestros ojos, sino que será un rayo verde, pero un verde maravilloso, un verde que ningún pintor puede obtener en su paleta. Un verde cuya naturaleza no se encuentra ni en los variados verdes de los vegetales, ni en las tonalidades de las aguas más límpidas. Si existe el verde en el paraíso, no puede ser más que este verde, que es, sin duda, el verdadero verde de la Esperanza.”

Julio Verne





Verdi



Rossini

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